Alojen aquí el texto definitivo. Recuerden que deben elegir de las múltiples opciones que ofrece este minirrelato (tomado de la antología mostrada en el aula), y así tener decidido el texto que les parezca más adecuado a una determinada edad. Observen que pueden elegir ente varios "escenarios", "sujetos-protagonistas", "verbos", "complementos"... y ello definirá una u otra historia, ajustada o no a determinado público...
Por ejemplo:
Una mañana, el joven prófugo sintió...
Una mañana el anciano que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la transfiguración. Imaginó la máscara y con ella dispersó el tiempo para luego fecundar su tumba, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarBravo Avelina...
EliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas de su transfiguración. Miró por la mirilla y con ella disperso el tiempo para luego con la luna tumbar el aliento, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarExtraño... pero curioso
EliminarUna noche, el niño que estaba confundido sintió las primeras notas creadoras de la helada. Recordó la máscara y con ella consagró el roble, para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminar¡¡Coherente!!
EliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas de la helada.Talló la aguja y con ella atacó el tiempo,para después fecundar su tumba, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarCoherente...
EliminarUna mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la inundación. Anudó la falleba, la ganzúa y la piedra y con ellas unificó el arco, el yunque y el torno, para luego con el dedo cribarlos en el dédalo.
ResponderEliminar¿Y el final "prescriptivo", Miriam?
EliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas creadoras. Talló la máscara y con ella aplastó el tiempo, para después con el dedo omitirlos en el aliento, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarHummmm...
EliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras notas de la helada. Desnudó la máscara y con ella bautizó el tiempo, para luego con el dedo encresparlo en la luna, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarExtraño...
EliminarUna mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras reminiscencias precursoras de la cosecha. Recordó la podadora y la reja y con ellas dispersó el tiempo, para después con el dedo podarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarCoherente...
EliminarUna mañana el joven, que estaba confundido, sintió las primeras punzadas precursoras de la transfiguración. Corrigió la antena y la aguja y con ellas pulverizó el reloj y el tiempo, para luego omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarExtraño...
EliminarUna tarde el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la transfiguración. Recordó la esclusa y cimbró el fusil, para luego podar su mundo. Y, así… se volvió tierra.
ResponderEliminarExtraño...
EliminarUna mañana, el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Barnizó la artesa y con ella creó el bote, para luego con el codo encresparlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarDebido a determinado vocabulario presente en este fragmento y a lo abstracto del mismo, lo destinaría al trabajo en el tercer ciclo.
Saludos.
Extraño...
EliminarUna tarde el niño que estaba enamorado sintió las notas de la inundación. Imaginó la piedra y con ellas aplastó el caracol para después con el pie fecundarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarCurioso...
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ResponderEliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias formadoras de la vacación. Talló la piedra y con ella lijó el roble, para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Extraño...
EliminarUna noche, el anciano que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas creadoras de la acción. Anudó la máscara y con ella creó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarExtraño...
EliminarUna tarde, el anciano que estaba confundido, sintió las primeras notas mutiplicadoras de la cosecha. Volteó la jarra y con ellas bautizó el roble para después, con el dedo, fecundarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarCurioso...
EliminarUna mañana, el niño joven confundido sintió punzadas precursoras de la helada cosecha. Tallo la jarra y con ella repartió el vino, para luego con el dedo encresparlo en el sifón, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarmezclaaaa...
Eliminarups, ¡¡extraño!!
Saludos cordiales, Juany
Una mañana el joven enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la piedra y con ellas roció el banco, para después con el pie omitirlos en el río, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana, el joven enamorado sintió las primeras punzadas, precursoras de la helada. Miró la mascara y con ella consagró el tiempo, para luego a veces con el dedo omitirlos en el volcán, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el joven confundido sintió las primeras punzadas formadoras de la helada. Miró la podadora y con ella unificó el arco, para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde, el anciano que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la cosecha. Recordó la reja y con ellas creó el arco para después, con el dedo podarlos en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el joven que estaba moribundo sintió las primeras punzadas formadoras de la acción. Miró las agujas y con ellas aplastó el caracol para luego con el pie omitirlos en la flor y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba moribundo sintió las primeras punzadas formadoras de la helada. Fundió la falleba y la espita y con ellas creó el yunque y el yelmo para después con el dedo omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarclarísimo el concepto "taller"... es brooooma
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Miró la reja y con ella aplastó el roble, para luego con el dedo encresparlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la helada. Imaginó la piedra, con ella aplastó el reloj, el tiempo, el bosque se volvió tierra.
ResponderEliminarSimpático Luis, algo "Terminator"... es broooooma
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el joven que estaba enamorado, sintió las primeras punzadas de la helada. Talló la máscara y con ella atacó el tiempo, para luego con el pie encresparlo en el viaje y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas seguidoras de la acción. Fundió la reja y con ella creó arcos, para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el joven enamorado sintió las primeras punzadas precursoras de la helada acción. Pensó en las piedras y con ellas atacó el yelmo para luego con el pie cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el joven, que estaba enamorado, sintió las primeras punzadas formadoras de la acción. Recordó la máscara y con ellas unificó el tiempo, para luego con el pie, encresparlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras notas precursoras de la acción. Recordó la aguja y con ella unificó el tiempo, para luego con el dedo cribarlo en la luna, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño pero promete...esa luna
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el joven estaba enamorado sintió las primeras punzadas seguidoras de la helada inundación de la cosecha. Miró la aguja y con ella bautizo el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el viaje, y así se volvió a tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la acción. Talló la piedra y con ellas pulverizó el tiempo, para luego con el dedo fecundarlos en la flor, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba enamorado, sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Inventó la máscara y con ella creó el labio, para luego con el dedo, cribarlos en la luna, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarLabio, luna, curioso...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el anciano que estaba prófugo sintió las primeras extinguidoras de la cosecha. Fundió la podadora y con ellas unificó el tiempo, para siempre con el dedo cribarlos en el aliento, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la inundación. Talló la piedra y con ella atacó el submarino, para después con el pie encresparlo en la luna, y así se volvió tierra
ResponderEliminaray ese submarino en la luna... extraño...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el anciano que estaba prófugo, sintió las primeras punzadas de la helada. Miró la podadora y con ella consagró el roble, para luego con el pie cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el niño que estaba moribundo, sintió las primeras sacudidas creadoras de la acción. Recordó las agujas y con ellas creo el cinturón, para luego con el dedo, encresparlos en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana, el niño que estaba confundido, sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Imaginó la piedra, y con ella aplastó el pulpo, para después con el dedo, encresparlo de un viaje en el ojo, y así se volvió tierra.
ResponderEliminaray ese "viaje"...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras notas seguidoras de la inundación. Miró la piedra y con ella pulverizó el tiempo, para nunca con el dedo omitirlo en el dédalo, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana, el niño que estaba confundido sintió las primeras notas creadoras de la acción. Recordó la aguja y con ella consagró el roble, para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarPromete...
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una mañana el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas. Miro la aguja y con ella creó el reloj para después con el pie omitirlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas multiplicadoras de la helada cosecha. Miró la mirilla y con ella creó el submarino para luego con el pie fecundarlos en el río, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarDe las profundidades....marinas
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una noche el joven que estaba prófugo sintió las primeras detonaciones seguidoras de la acción. Oyó la podadora, y con ella atacó el gato para después podarlo en el bosque...y así se volvió tierra.
ResponderEliminarups, ¡¡extraño!!
EliminarSaludos cordiales, Juany
Una tarde el anciano que estaba confundido sintió las primeras sacudidas precursoras de la helada. Miró la jarra y con ella roció el roble para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminar¡¡Coherente!!
ResponderEliminarSaludoa cordiales, Juany