martes

19. Hacia una caracterización de la LIJ

Alojen aquí el acercamiento (definición, rasgos, retos...) que cada grupo-mesa haya elaborado en torno a la LIJ (Tarea 1 del Dossier Módulo III).  Recuerden los materiales de apoyo:
  1.  Síntesis del Módulo III 
  2.  Artículos de Pérez y Verdulla
Un poco de ayuda para elaborar esa página en blanco que recoja la versión del grupo-mesa sobre la LIJ 
1.     ¿Qué debe condicionar un buen libro para la infancia y la juventud?
2.     ¿Dónde ponen los críticos el acento? ¿Cuál sería el “factor” más relevante?
3.     ¿Coinciden ustedes?
4.     ¿Coinciden los críticos entre sí?
5.     ¿Es un tema abierto?  Y los nuevos formatos y recursos actuales para leer, ¿cambiarían algunos de los aspectos planteados en estos artículos?
6.    

17 comentarios:

  1. Haridian Ojeda Hernández2:09

    A pesar de que existan dos tendencias contrarias entre sí; una en la que los escritores consideran que las obras deben ser adaptadas al colectivo infantil y otra basada en la idea de escribir para todos los sectores, la literatura infantil y juvenil ha de tener como premisa la segunda perspectiva.
    En primer lugar, el autor ha de escribir aquello que desea expresar, sin tener en cuenta el destinatario a la hora de seleccionar el tema puesto que, de esta manera, evitará simplificar el contenido del mismo.
    No obstante, la exposición del argumento, así como la edición, han de considerar el público al que va destinada la obra, puesto que, si se trata de creaciones infantiles, se deben realizar formatos apetecibles, llamativos y adaptados en cuanto a estructura según el nivel madurativo y cognitivo del lector.
    Asimismo, la interpretación de la lectura dependerá de las habilidades, experiencias previas, intereses y emociones de cada individuo.
    Componentes del grupo:
    Mª Carmen Alonso González.
    Ángela María Cabrera Torres.
    Rubén Castañeda Sosa.
    Diego Morales Méndez.
    Haridian Ojeda Hernández.

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  4. Anónimo2:18

    Acercamiento al concepto de Literatura infantil y juvenil.

    Grupo mesa:
    María Hernández Ojeda
    Vanessa Naranjo Ferrera
    Patricia Suárez Monzón
    Iván Rodríguez García

    La LIJ es el arte que utiliza como medio de transmisión oral la palabra escrita, dirigida a los gustos de los jóvenes. Esta clase de literatura la pueden escribir tanto los niños como los adultos, aunque generalmente la entendemos como la escrita por adultos para niños.

    En resumen, las características de la buena literatura infantil y juvenil son: la adecuación de la literatura al proceso evolutivo y de recepción, la diversidad de géneros y de temática. Ahora entraremos en detalle en cada una de ellas.

    Lo que diferencia la literatura infantil y juvenil del resto de obras literarias es el proceso de recepción, ya que este es diferente según la edad, pues depende del grado de adquisición de la competencia literaria, las experiencias, etc.

    En este sentido, los libros que escojamos para trabajar en el aula deben enviar un mensaje a un receptor (dicho mensaje puede ser el mismo que se destinaría a un adulto) pero teniendo en cuenta sus conocimientos según la etapa evolutiva en la que se encuentre. Por ello, el autor de literatura infantil y juvenil debe mantener la misma estructura narrativa sencilla para permitir la comprensión del receptor.

    Por otro lado, centrándonos en el género, en la escuela se suelen mostrar libros de narrativa. Debemos conocer que en el aula se puede trabajar con cualquier género y nosotros, como futuros docentes, deberíamos tener en cuenta todos ellos para fomentar el mejor desarrollo de la competencia literaria, y no solo enseñar los géneros más comunes que tradicionalmente se han impartido en las clases. Es así como se contemplarán también la lírica y el teatro con sus diversas manifestaciones.

    En cuanto a la temática que deberíamos escoger para enseñar en el aula, cabe señalar que todos los temas pueden ser tratados desde la enseñanza de la literatura, pero no todos pueden resultar de gran interés para el alumnado, por lo que se debe buscar un tema motivador o tratar una cuestión más compleja de forma llamativa. En la actualidad hay tendencia tanto hacia la fantasía como al realismo y debemos estar atentos para saber combinar de la mejor manera posible dichas ramas.

    Por último, cabe destacar, que la base sobre la cual nosotros podremos enseñar literatura de una manera amplia es la motivación, ese amor que como profesores debemos transmitirles. ¿Cómo? Aparte de contemplar que las características antes nombradas queden cubiertas, nos podremos adecuar a los nuevos recursos que nos proponen las TIC; no como único recurso, sino como suma para el enriquecimiento. El niño será ahí capaz de explorar con total libertad y ser partícipe de su propio aprendizaje.

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  5. Marcos Castellano Mederos2:43

    Literatura Infantil y Juvenil: es la literatura escrita dirigida a niños de cualquier edad, desde prelectores a adolescentes. Está compuesta por las lecturas dirigidas al público infantil y además, se añaden lecturas consideradas aptas para este público pero inicialmente destinadas a adultos. Bajo nuestro punto de vista, el factor más relevante es tener en cuenta el interés del lector intentando fomentar que el niño lea por gusto, placer, descubrimiento…Tal y como afirma Verdulla. Sin embargo, Pérez defiende lo contrario, es decir, que los niños deben leer las obras seleccionadas por los adultos. Es cierto que ambos autores coinciden en que deben tratarse todo tipo de temas en las obras de la literatura infantil y juvenil. Nuestra opinión se asemeja a la de Verdulla ya que, creemos firmemente que la lectura debe ser un placer y no una obligación.

    Este tipo de literatura puede tener distintas funciones tales como: entretener, enseñar (función didáctica) o formar el hábito lector. De esta forma se encuentra todo tipo de temas en esas lecturas y las obras se clasifican en tres grandes géneros: narrativo, lírico y dramático o teatral. A menudo, se enfrentan a estructuras sintácticas diversas aunque, se intentan que no sean muy sencillas ni muy complejas. Por último, destacar la utilidad de las TIC en la LIJ (literatura infantil y juvenil) ya que aporta obras en una gran variedad de formatos; este hecho es fuente de numerosas posibilidades educativas puesto que cada vez más, los jóvenes recurren a las nuevas tecnologías y la literatura debe aprovecharlas en su favor.

    Componentes del grupo:
    Marcos Castellano Mederos
    Natalia Pérez Pérez
    Samantha González Ramírez
    Paula Díaz Hernández
    Ninfa Falcón Alemán

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  6. Anónimo2:45

    A pesar de que existan dos tendencias contrarias entre sí; una en la que los críticos consideran que las obras deben ser adaptadas al colectivo infantil y otra basada en la idea de escribir para todos los sectores, la literatura infantil y juvenil ha de tener como premisa la segunda perspectiva.
    En primer lugar, el autor ha de escribir aquello que desea expresar, sin tener en cuenta el destinatario a la hora de seleccionar el tema puesto que, de esta manera, evitará simplificar el contenido del mismo.
    No obstante, la exposición del argumento, así como la edición, han de considerar el público al que va destinada la obra, puesto que, si se trata de creaciones infantiles, se deben realizar formatos apetecibles, llamativos y adaptados en cuanto a estructura según el nivel madurativo y cognitivo del lector.
    Asimismo, la interpretación de la lectura dependerá de las habilidades, experiencias previas, intereses y emociones de cada individuo.
    Tras esto, es evidente que el mayor punto de discrepancia entre unos críticos y otros, es la temática de las obras de literatura infantil y juvenil.
    En lo que respecta al debate generado en el grupo, cabe destacar, que hemos llegado a la conclusión de que no todos los niños y jóvenes poseen los mimos intereses, ni los mismos niveles cognitivos y de madurez, por esa razón, es importante abrir el abanico de posibilidades que nos ofrece la literatura infantil y juvenil y mostrar temas que " tradicionalmente" se han considerado impropios para este sector, puesto que es necesario que mediante la literatura se trabaje la realidad que coexiste con ellos, siempre y cuando, se traten de manera adecuada y ofreciendo unos argumentos adaptados a las características de los mismos.
    Componentes del grupo:
    Mª Carmen Alonso González.
    Ángela María Cabrera Torres.
    Rubén Castañeda Sosa.
    Diego Morales Méndez.
    Haridian Ojeda Hernández.

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  7. Mª Inés Estupiñán Henríquez2:47

    El siguiente grupo compuesto por: Bibiana Caballero Guerra, Mª Inés Estupiñán Henríquez, Esmeralda González Lemes, Zeneides Mateo Torres y Elias Umpierrez Alonso, exponemos la siguiente reflexión acerca de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ):

    La literatura se inicia desde el nacimiento, a través del folclore, haciendo referencia a formas poéticas como nanas, arrorrós, villancicos, juegos, adivinanzas, trabalenguas, refranes, etc. Por otro lado, destacar dos tendencias dentro de la literatura: la fantasía y la realista.

    Con respecto a la afirmación anterior, señalar que numerosos autores, se centran, en la ficción y se olvidan de que deben optar por argumentos casi tomados de la vida misma. Esto último es, la mejor ficción que puede existir.

    La literatura infantil y juvenil (LIJ) es aquella que está dirigida al público joven (hasta 16 años), destacando una recepción y diferencia entre infancia, adolescencia y juventud pero, teniendo en común, la experiencia literaria.

    Por tanto para escoger una buena LIJ, hay que tener en cuenta los puntos de vista de los niños, así como su educación psicolingüística y su incidencia en la dimensión lúdica, la asimilación cultural, la estructuración del pensamiento (o de la fantasía) para fundamentar la selección de géneros y contenidos (como los valores de respeto a la vida, libertad, solidaridad, convivencia, honestidad o respeto a la diversidad), y el marco sociocultural que envuelve al lector.

    Es necesario mencionar que dentro de la Literatura infantil y juvenil, se encuentra abierta a todos los géneros, pero la narrativa es el género infato-juvenil por excelencia.

    Asimismo a pesar de que la literatura gramática se encuentra marginada de la educación, presenta una serie de aspectos positivos tales como: proporción de una mayor comprensión del texto; desarrollo de la expresión oral; capacidad de comunicación perdiendo así los miedos a la exposición oral.

    Teniendo en cuenta todo lo anterior, a parte de la gran variedad de géneros que puede contener la literatura infantil y juvenil, también puede servirse del apoyo de las TICS como método innovador, ya que la capacidad de explorar con total libertad permite que logren interactuar con la pantalla.

    A modo general, ¿Qué hace que la literatura sea infantil o juvenil? A esta cuestión, damos la siguiente respuesta: la intención del autor, el tratamiento del tema y el tema en sí mismo; la exposición del argumento y construcción de imágenes; la pertenencia a uno de los géneros de la literatura infantil y juvenil; la intención del editor (apariencia de la obra) y la recepción de la misma.

    Una vez leídos los tres documentos y haber expuesto sus argumentos e ideas, pudimos ver, a priori, una pequeña distinción en dichas opiniones, uno de ellos incluía como LIJ las lecturas infantiles mientras que, el otro, distinguía una lectura o libro infantil de la literatura infantil. Pero, tras ir indagando más aun en sus exposiciones, nos hemos dado cuenta que hablan de la LIJ como una forma de expresar algo real, que sugiera conflicto, por tanto, dejan a un lado lo que muchos libros infantiles promueven, la fantasía, la historia de algo o alguien imaginario, con la ausencia de argumentos.

    Así, concluimos que una buena literatura infantil o juvenil, como bien subrayan dichos documentos, debe acontecer una historia creíble, enriquecedora, que aporte conflictos e imágenes sugerentes, por tanto, la realidad a los ojos de los más pequeños. Por lo cual, todo autor que escriba literatura infantil o juvenil se encuentra en el compromiso de reivindicar a la infancia sus obras, no proponiendo, necesariamente, finales felices, sino haciendo meditar al lector sobre problemas reales de la niñez en el mundo de hoy y en su propio mundo.

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  8. Lidia Ester Almeida Machado2:51

    Componentes del grupo: Lidia Ester Almeida Machado, Eliana Godoy Suárez, Acoidán González Sánchez, Anabel López Umpiérrez, Kevin Pérez Pérez, Nereida Reyes Quevedo, Mónica Sosa San Frutos.

    La Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) ha cobrado mayor importancia a partir de la Edad Moderna, pues se empezó a concebir la infancia como una etapa esencial para el desarrollo humano.

    Tradicionalmente, la LIJ ha sido una perspectiva pedagógica y didáctica, en la que se fomentan aspectos como la fantasía con elementos que se alejan de la realidad, siendo esta el recurso con el cual se capta la atención de los niños.

    No se puede afirmar que esta visión sea obsoleta, sin embargo, carece de aspectos que hoy en día son relevantes en la LIJ, entre ellos cabe destacar la falta de argumentos, la aparición de conflictos y la escasez de aspectos morales existentes en los textos.

    Por lo tanto, no podemos decantarnos por una de ellas, ni afirmar cual es la más correcta, pues por sí solas, ambas, carecen de elementos importantes. Por ello, en nuestra opinión la LIJ debe tener recursos de ambas visiones para potenciar la creatividad e imaginación del niño, sin obviar la realidad. Además, debe ser protagonizada por los alumnos/as, siendo los gustos e intereses de estos el guion fundamental que debe utilizar el maestro para fomentar el hábito lector, pero estos últimos deben ser suficientemente críticos y objetivos para aportar libros con argumentos y cargados de valores que le generen conflictos cognitivos a los niños/as contribuyendo así en su desarrollo madurativo.

    En definitiva, la LIJ es aquella rama de la literatura que mejor se adapta al lector infantil y juvenil, incluyendo textos tanto escritos para la infancia como los que no, pero estos últimos pueden ser asimilables, es decir, responden a los intereses y gustos de los niños y jóvenes.

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  9. Grupo: Rita Abenaura Martel Navarro, Estefanía Medina Ramos, Judith Mendoza León, Kevin Laín López, Lionel Ortega Báez, Gema Santana Santana.
    La LIJ nace del producto de combinar la tradición con la vanguardia, que viene tanto de la tradición oral como escrita, y que puede ser popular (folclórica) o culta. Es la literatura por y para jóvenes de hasta 16 años y finaliza con la educación obligatoria. No hay temas que no puedan ser tratados por la literatura, pero para que sean de literatura infantil y juvenil estos deben ser cercanos a los jóvenes, tratando de no mentir en las historias, plasmando la realidad tal cual es. El niño está formándose y no sería una formación correcta si le damos un conocimiento parcial de la realidad.
    Según Enrique Pérez Díaz, un buen libro debe tener una historia creíble, enriquecedora, que aporte conflictos y sin exceso de fantasía, que tengan argumento pleno de acción, suspense, movido, con carga moral y sin llegar a la moraleja explícita. En conclusión, que el relato esté contextualizado en la verdad del niño, para identificarse con este (divorcios, incomprensión materna, marginación…), ya que son capaces de abstraer una reflexión de la realidad sin necesidad de que se infantilice la historia. Tanto Verdulla como Pérez Díaz coinciden en los temas que deben ser tratados en estas lecturas, que sean abiertos.
    En este tipo de literatura se trata de trabajar la transmisión de valores (respeto, solidaridad, libertad…) y en contrapunto también los "antivalores" (abusos, esclavitud, tortura, etc.), dando como mensaje implícito que " si eres bueno y luchas, lograrás ser feliz". Uno de los rasgos principales es la intertextualidad; además por otro lado cobra un gran protagonismo la ilustración de las historias.
    Dentro de esta literatura se trabajan tres géneros:
    * Narrativa: es el género más desarrollado; hay dos modalidades: novela y cuento, siendo este último un buen pilar para iniciar al alumnado en la educación literaria. Dentro de éste género se diferencian dos tendencias: la fantasía y el realismo.
    * Lírica: estos textos son subjetivos y parciales, por lo que no existe un criterio definitivo para la selección de los mismos.
    * Dramático o teatral: es el género que menos publicaciones tiene y por tanto, el que menos se trabaja, pero relevante desde el punto de vista didáctico.
    Cabe destacar que lo importante no es el género a trabajar, sino la intención, el tratamiento y la recepción que se da a la obra.
    En cuanto a las nuevas tecnologías, estas hacen que el lector adquiera un enorme protagonismo en la lectura digital, llegando a interactuar con la pantalla.
    En conclusión, la LIJ es un concepto cambiante y evolutivo, no encorsetado, que cambia a lo largo de los años y en función de los estilos de vida.
    En nuestro opinión, coincidimos con las características que estos autores dan a este tipo de literatura, creemos que los libros dirigidos a jóvenes deben ser lo más reales posibles, para tratar de captar su atención. Aunque los gustos sobre la lectura son muy diversos y habrá niños que prefieran estilos más realistas y otros que prefieran libros de fantasía. Por otro lado, los padres deberían dejar elegir a sus hijos los libros que deseen leer y no elegirlos ellos según lo que crean que es más adecuado.

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  10. Parte 13:13

    El comentario que subimos con anterioridad queda sustituido por este que responde a todas las preguntas propuestas.

    Acercamiento al concepto de Literatura infantil y juvenil.

    La LIJ es el arte que utiliza como medio de transmisión oral la palabra escrita, dirigida a los gustos de los jóvenes. Esta clase de literatura la pueden escribir tanto los niños como los adultos, aunque generalmente la entendemos como la escrita por adultos para niños.

    En resumen, consideramos que las características de la buena literatura infantil y juvenil son: la adecuación de la literatura al proceso evolutivo y de recepción, la diversidad de géneros y de temática. Ahora entraremos en detalle en cada una de ellas.

    Lo que diferencia la literatura infantil y juvenil del resto de obras literarias es el proceso de recepción, ya que este es diferente según la edad, pues depende del grado de adquisición de la competencia literaria, las experiencias, etc.

    En este sentido, los libros que escojamos para trabajar en el aula deben enviar un mensaje a un receptor (dicho mensaje puede ser el mismo que se destinaría a un adulto) pero teniendo en cuenta sus conocimientos según la etapa evolutiva en la que se encuentre.

    Por otro lado, centrándonos en el género, en la escuela se suelen mostrar libros de narrativa. Debemos conocer que en el aula se puede trabajar con cualquier género y nosotros, como futuros docentes, deberíamos tener en cuenta todos ellos para fomentar el mejor desarrollo de la competencia literaria, y no solo enseñar los géneros más comunes que tradicionalmente se han impartido en las clases. (...)

    Grupo mesa:
    María Ojeda Hernández
    Vanessa Naranjo Ferrera
    Patricia Suárez Monzón
    Iván Rodríguez García

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  11. Parte 23:14

    (...) En cuanto a la temática que deberíamos escoger para enseñar en el aula, cabe señalar que todos los temas pueden ser tratados desde la enseñanza de la literatura, pero no todos pueden resultar de gran interés para el alumnado, por lo que se debe buscar un tema motivador o tratar una cuestión más compleja de forma llamativa. En la actualidad hay tendencia tanto hacia la fantasía como al realismo y debemos estar atentos para saber combinar de la mejor manera posible dichas ramas.

    Por otra parte, Pérez ponen el acento en la importancia que tiene este tipo de literatura de por sí, es decir, el poder que tiene para tratar temas cercanos a los jóvenes de manera clara, lo que consigue que el público lo vea como algo normal y no como tema tabú. Destacan la importancia que tiene tratar temas comunes para el joven como pueden ser el bullying o la separación de los padres. Por ello, este tipo de literatura tiene que tener un nivel adecuado y no como se ha venido haciendo hasta ahora, usando un lenguaje supuestamente adecuado ya que trata de no ser ofensivo con el público menor.

    Además, A. Verdulla señala la importancia de una revalorización de la Literatura Infantil y Juvenil, puesto que a día de hoy existen muchas obras de escaso valor literario y, por tanto, didáctico ya que se lanzan con el fin de tener un mayor número de ventas. Así pues, considera como factor relevante el conocer aquellos aspectos que diferencian las obras de divulgación pedagógica de las obras no literarias que abundan en la actualidad. Estos aspectos pueden ser, tal como señala el autor “la literariedad, la recepción de la obra, la intención del autor, el tratamiento del tema, la exposición y la intencionalidad del editor”.

    Estos críticos coinciden con la idea esencial de que la literatura infantil y juvenil puede tener las mismas características que la literatura para adultos pero con el lenguaje adaptado a su nivel, tal como nosotros consideramos anteriormente de gran importancia.

    No obstante, este tema nunca dejará de estar abierto, ya que las editoriales continuarán vendiendo ejemplares con carencias literarias para poder mantener sus ventas de forma rápida y sencilla. Aquellas personas que tengan contacto con la literatura seguirán argumentando su postura en contra del trabajo en el aula con estas obras poco pedagógicas, con lo que se mantendrá vivo este debate sobre literariedad o no literariedad.

    Ante esto, para concluir, cabe señalar que la base sobre la cual nosotros podremos enseñar literatura de una manera amplia es la motivación, ese amor que como profesores debemos transmitirles. ¿Cómo? Aparte de contemplar que las características antes nombradas queden cubiertas, nos podremos adecuar a los nuevos recursos que nos proponen las TIC; no como único recurso, sino como suma para el enriquecimiento. El niño será ahí capaz de explorar con total libertad y ser partícipe de su propio aprendizaje.

    Grupo mesa:
    María Ojeda Hernández
    Vanessa Naranjo Ferrera
    Patricia Suárez Monzón
    Iván Rodríguez García

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  12. Anónimo3:16

    Este comentario queda sustituido por el que está más abajo.

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  13. Ivonne Brito, Patricia Fuentes, Ana García, Vicente González, Adela Herrera3:27

    La literatura infantil comprende aspectos lingüísticos, tanto orales como escritos, destinados a niños y/o adolescentes con el fin de desarrollar destrezas comunicativas y creativas para su puesta en práctica. Así mismo, se potencia el hábito lector teniendo en cuenta el interés del alumnado. De alguna forma, el primer contacto con la literatura se inicia a través de manifestaciones folclóricas, que ayuda a comprender la profundidad del significado literario y sus funciones.

    Los aspectos que condicionan que una obra sea adecuada para la literatura infantil y juvenil, son los siguientes:

    - Intención del autor en el momento de la creación.
    - Tratamiento del tema: no hay temas tabú. Se deben tratar todos los temas pero siempre enfocándolos hacia el interés del alumnado.
    - Exposición del argumento/Construcción de la imagen. Por un lado, el argumento se debe exponer con la misma estructura narrativa sin perder la comprensión del lector. Por otro lado, con respecto a la creación de imagen no hay un proceso diferente con respecto a los poemas.
    - Pertenencia a uno de los géneros de la LIJ. La literatura infantil y juvenil está abierta a todos los géneros, entre los que destacan la épica, lírica, dramática y la fábula, esta última con una intención más pedagógica.
    - Intención del Editor: apariencia de la obra, tipo de papel, tipografía adecuada, incluir o no ilustraciones, tinta de calidad. En el caso de los editores se producen una doble preocupación, tanto educativa como social.
    - Recepción de la obra, relacionada con las referencias que crea los niños y los adolescentes en sus experiencias literarias. El tipo de lector y sus características personales.

    En cuanto a los recursos, encontramos por un lado los convencionales (libros, cuentos, canciones, etc.) cuyo formato es en papel, se ha introducido en la enseñanza, y por otro lado, desde el ámbito de las nuevas tecnologías encontramos los formatos digitales (como por ejemplo la novela gráfica) que permiten el avance en la literatura a través de nuevos recursos en los que el lector es el principal protagonista de su aprendizaje, mediante la exploración e interacción con los diferentes recursos digitales.

    Con respecto a los autores de los textos que hemos leído se han encontrado similitudes y diferencias. En lo que se refiere a las similitudes los críticos coinciden en las existencia de dos grandes tendencias de la literatura: la fantasía, enfocada, sobre todo, a niños por utilizar recursos como es el cuento ilustrado y el álbum; y, otra tendencia es el realismo, cuyo destinatario es el conjunto adolescente, como los relatos de aventura, las novelas históricas, etc., es decir, materiales característicos de esta tendencia y nivel cognitivo. Todo ello se fundamenta en que los temas tratados partan de hechos reales de la vida cotidiana, es decir, la fantasía no puede mentir sobre la realidad.

    Sin embargo los críticos se contradicen en relación con las adaptaciones en la literatura infantil como la adolescente. Por un lado, está la postura que defiende que se pueden trabajar las adaptaciones literarias en función del nivel de los destinatarios, sin olvidar la importancia de desarrollar su gusto lector. Por otro lado, otros autores opinan que estas adaptaciones corren el riesgo de quedarse en simples supresiones o adiciones, por ejemplo, la editorial Alfaguara las llama ediciones “escolares” quedando derogado el término de adaptación.

    Después de haber hecho un vaciado de todo los textos que se han leído, hemos llegado a la conclusión de que lo que más se tiene en cuenta es el interés del niño como lector.

    Finalmente, quisiéramos destacar un aspecto de la literatura que no se ha nombrado aún y que consideramos relevante: el teatro. Se trata de un género literario que fomenta el desarrollo personal, social e intelectual a través de la expresión teatral, lo cual permite que la literatura, además de ser útil como recurso de expresión escrita y como potenciador del hábito lector, también permite transmitirla a través de la dramatización.

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  14. Ainhoa González Castellano3:43

    Buenos días.

    Después de realizar la lectura de los artículos y el módulo III, hemos sacado las siguientes conclusiones:

    Por un lado, la literatura infantil y juvenil es aquella que leen los niños, la cual no tiene por qué ser elaborada exclusivamente para ellos, pues muchos de los libros más destacados para este sector, fueron elaborados en un principio para los adultos, por ejemplo: “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez. Por tanto, estamos de acuerdo con Fernando Savater que expone: “Literatura infantil es la que los niños leen”, expuesta en el artículo “Definir la literatura infantil y juvenil”. Asimismo, muchas de las lecturas pertenecientes al sector adulto, han sufrido adaptaciones para favorecer la comprensión lectora en función de la etapa educativa.

    Además, hay que tener en cuenta que la LIJ no se limita sólo a aquellas lecturas que estos eligen por sus gustos, sino también se recogen aquellas que poseen cierta importancia pedagógica, y que, han sido recogidas por el “canon literario” en las escuelas. El educador debe buscar el equilibrio a la hora de seleccionar las lecturas para el aula, ya que, será más significativo si se tiene en cuenta aspectos como sus intereses e inquietudes y como también libros que trabajen temas educativos (valores, cultura…).

    Por otro lado, nos hemos percatado de una desigualdad de opiniones entre los críticos, debido a que en “Definir la literatura infantil y juvenil” se explica que se debe tener claro en pleno proceso de creación que se va a dirigir a un determinado público sin dejar de lado las características que lo definen, mientras que en “Literatura para niños” recoge que la “buena literatura” debe ser aquella que se escribe pensando solo en ella misma, ya que, no sería adecuado basarse en lo más comercializado e “ideal” para niños y jóvenes, sino que deben ser elaborados con el mismo rango de exigencia que cualquier libro para adultos.

    En cuanto a nuestra opinión, coincidimos en que son aptos todo tipo de géneros para trabajar en el aula puesto que no depende de la edad a la que se dirija si no de la manera en la que el docente enfoque la obra. También, consideramos que las adaptaciones de escritos muy extensos son adecuadas para acercar la cultura literaria a los niveles de Primaria. Cabe añadir que los temas deben ser realistas recogiendo los problemas de la infancia y adolescencia en la actualidad (divorcios, problemas familiares, discriminación, etc.) y no solo plantear situaciones fantasiosas e idílicas. Sin embargo, estamos en desacuerdo con el artículo “Definir la literatura infantil y juvenil”, porque excluye las fábulas por tener una mayor carga pedagógica que literaria. Sabiendo esto, hemos concluido que a través de este tipo de lecturas se puede llegar a trabajar diversos aspectos del género literario.

    Nos gustaría concluir con una breve idea que refleja el equilibrio que debe haber entre la escuela y la familia, la comunicación es fundamental para fomentar el hábito lector y el gusto por la misma.

    Grupo formado por:
    Rosario Cruz Peña.
    Ainhoa Glez. Castellano.
    Efrén Guzmán Alonso.
    Paula Jiménez Medina.
    Samuel Pérez Betancor.
    Mahelet Suárez Hernández.

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  15. Sara García Acosta11:00

    La siguiente reflexión está basada en el concepto de literatura infantil y juvenil, sus principales rasgos y las distintas confrontaciones surgidas en lo que a su definición se refiere.

    En primer lugar, se considera la LIJ como aquella literatura que es creada bien por adultos o bien por los niños, pero que está exclusivamente destinada a estos últimos, donde la imaginación se adapta a los intereses de los más pequeños. Esta literatura se caracteriza por la claridad y sencillez de expresión y por la agilidad en el ritmo de los textos. Sin embargo, no es hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando la LIJ crece y se desarrolla en distintos géneros (narrativa, lírica y teatro).

    Ahora bien, ¿la LIJ, por estar destinada a los niños, debe narrar hechos inexistentes? Es aquí donde comienza a observarse la controversia entre diferentes autores. Desde un punto de vista personal, y de acuerdo con el autor Enrique Pérez Díaz, este tipo de literatura debe contar la vida misma de sus receptores, a través de personajes que les permitan identificarse con ellos mismos. A partir de esta idea, el crítico afirma que la ficción no es igual que la mentira y este es un error en el que muchos escritores de literatura infantil caen.

    Además, se aprecia una oposición clara en lo que al concepto de LIJ se refiere. Mientras que Enrique Pérez Díaz defiende un modelo de literatura “buena” que parte de sí misma como literatura en sí y que no deja de lado sus características propias, independientemente de si se trata de un público adulto o infantil, Verdulla, por su parte, postula una literatura “ideal” para los niños.

    Finalmente, otro aspecto a resaltar es la elección de aquellos textos que van a trabajarse en la escuela. Ciertamente, y tal como expresa Enrique Pérez Díaz, normalmente, los gustos lectores de los niños son los gustos lectores de los padres; suelen leer aquellos libros que sus mayores consideran más divertidos o interesantes. Por ello, como futuros docentes, debemos trabajar aquellas lecturas que sean realmente significativas para nuestros estudiantes y enriquecedoras en cuanto a su contenido pedagógico.

    En conclusión, la escuela es el escenario idóneo para trabajar la literatura en todas sus vertientes y, a través de ella, acercar a los discentes a la realidad social en la que viven para que, no solo disfruten leyendo literatura, sino para que, también, aprendan leyendo literatura. Actualmente, la variedad literaria es muy amplia y cambiante, por lo que nuestra principal labor será la elección más adecuada de las obras que se deseen trabajar.

    Sara García Acosta

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  16. Ariadna Betancor Ojeda4:17

    El concepto de Literatura Infantil y Juvenil es relativamente reciente y hace referencia a toda aquella literatura destinada y creada para niños. Utiliza como medio de transmisión el lenguaje oral y la palabra escrita. Tradicionalmente, la LIJ ha sido una perspectiva pedagógica y didáctica, en la que se fomentan aspectos como la fantasía con elementos que se alejan de la realidad, siendo esta el recurso con el cual se capta la atención de los niños.

    Tras leer los textos, se pueden observar distintas opiniones, sin embargo ambos autores coinciden en los temas que deben ser tratados en estas lecturas. De esta forma, me he dado cuenta de lo que quieren expresar a través de este concepto es que se expresa algo real, de este modo, deja que la literatura sea realista sin tener hincapié en la fantasía, la historia de algo o alguien imaginario, con la ausencia de argumentos. Realmente no debemos decantarnos por ninguna de ellas ya que dicho concepto sebe tener recursos de ambas visiones para potenciar las cualidades y habilidades del alumno.

    Como bien ha resaltado mi compañera Sara sobre lo que expresa Enrique Pérez Díaz normalmente, los gustos lectores de los niños son los gustos lectores de los padres; suelen leer aquellos libros que sus mayores consideran más divertidos o interesantes. Por ello, como futuros docentes, debemos trabajar aquellas lecturas que sean realmente significativas para nuestros estudiantes y enriquecedoras en cuanto a su contenido pedagógico. Por otro lado, Verdulla, por su parte, postula una literatura “ideal” para los niños.

    En conclusión, la LIJ es un concepto evolutivo y cambiante, según pasan los años y los intereses de las personas. Cabe añadir que ambos autores coinciden en que los libros que se deben utilizar deben ser lo más reales posibles para llevarlos a la realidad del momento y de esta manera que los niños sean críticos, pero no todos los gustos son iguales y habrán niños que deseen la fantasía u otras variantes. También, las nuevas tecnologías hacen que el alumnado esté más motivado para leer y utilizar recursos literarios.

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  17. Pelayo Alonso Alonso8:32

    Miembros del grupo:
    Fran Castellano Rodríguez
    Tigaday Hernández Sánchez
    César Sosa Santana
    Pelayo Alonso Alonso

    Según los textos, la literatura juvenil o infantil es aquella en la que los niños o adolescentes están presentes en el momento de creación de la historia, es decir, la literatura no debe ser o no es un relato en el que el protagonista sea un niño, sino que la historia debe ser pensada y creada para ellos. También se incluyen aquellas obras que no van dirigidas a un público específico.

    Además, la literatura infantil y juvenil (LIJ) tiene unas características comunes en todos los textos ya sean del tipo que sea: ya sea tradicional, de tópico lírico, narrativo o bien teatro. Se harán obras para atraer al lector, se otorga cualidades de seres animados a seres inanimados, se observan elementos argumentales que se repiten, tienen una fuerte carga afectiva, tiene cabida en un mundo fabuloso y de fantasía en relación con los personajes que serán muchos de ellos, como hemos comentado anteriormente, serán muchos de ellos niños o jóvenes.

    El objetivo de la literatura infantil y juvenil es, sobre todo, que les guste a los jóvenes. Su calidad se verá determinada por los mismos parámetros por los que se rige la literatura tradicional. Se clasifica en tres géneros propios: lírico, narrativo y el dramático o teatral. El más cultivado será el narrativo (novela o cuento). Éste nace de la tradición oral, el folclore. Éste, a pesar de sus inconvenientes (pérdidas en la transmisión, dificultad para hallar las fuentes) ha acompañado al hombre desde su nacimiento con lo cual tiene suma importancia.


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