Una mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Imagino la piedra y la red y con ellas creo el arco, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras detonaciones precursoras de la helada. Talló la piedra y la máscara y con ella aplastó el reloj y el tiempo para luego con el pie omitirlos en el viaje y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí les adjunto mi historia sobre el relato de: "Subraye las palabras adecuadas" Una mañana el niño que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la inundación. Rajó la red y la reja y con ellas aplastó al pulpo y al pez, para después con el pie y con el codo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Una tarde el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada inundación. El recordó la piedra y con ella atacó el gato, para luego con el pie clavarlo en el río y así se volvió tierra.
Mi relato hiperbreve creado partiendo del texto dado por la profesora de Luis Britto García ha sido el siguiente:
Una tarde el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Recordó la jarra y la aceitera y con ellas repartió el vino para después con el pie cribarlos en el rio y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí mi relato: Una mañana, el joven que estaba confundido, sintió las primeras pinzadas formadoras de la acción. Pulió la aguja y con ella creó el cinturón, para luego con el dedo cribarlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde, el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Miró la jarra y con ella roció el roble, para después con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, a continuación comparto mi relato: Una mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas precursoras de la transfiguración. Volteó la jarra y la aceitera y con ellas roció el roble para luego con el pie fecundarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Recordó la mirilla y la máscara y con ellas creó el tiempo y el labio, para nunca con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde el anciano que estaba moribundo sintió las primeras denotaciones creadoras de la helada. Pulió la piedra y la mirilla y con ellas creó el remo y el reloj para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, alojo a continuación mi relato hiperbreve: Una tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la piedra y con ellas atacó el reloj, para luego con el pie omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, de las palabras subrayadas he recopilado el siguiente relato:
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas creadoras de la inundación. Volteó la red, la máscara y con ellas pulverizó el tiempo, el torno, para luego con el dedo omitirlos en el aliento, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la máscara y con ella creó el tiempo, para después con el dedo fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias precursoras de la inundación. Recordó la jarra y con ella consagró el vino para después con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Buenos días, este es mi relato de la actividad "Subraye las palabras adecuadas".
Una mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella pulverizó el reloj para luego con el dedo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Una mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras punzadas precursosar de la helada. Recordó la reja y con ella aplastó el fusil, para luego con el pie omitirlo en la cueva, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas seguidoras de la inundación. Volteó la reja y con ellas atacó el banco, para luego con el pie cribarlos en el viaje, y así se volvió tierra.
Una mañana, el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la inundación. Miró la antena y con ella dispersó el tiempo, para después con el codo cribarlos en el mundo, y así se volvió ala tierra.
Buenos días, adjunto mi historia de la actividad "subraye las palabras adecuadas". Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Anudó la red y la aguja y con ellas consagró el patíbulo, para luego con el dedo cribarlos en el ventisquero, y así se volvió tierra.
Una noche, el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas multiplicadoras de la inundación. Rajó la red y con ellas atacó el submarino , para luego con el dedo cribarlos en el ventisquero, y así se volvió tierra.
Buenos días, mi relato hiperbreve es el siguiente:
Una mañana, el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Miró la aguja y con ella atacó al caracol para luego con el dedo cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Oyó la aguja en el labio, para luego en el bosque manto flor, se volvió tierra.
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Rajó la piedra y la reja y con ellas creó el banco y el remo, para luego con el pie omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Buenos días, las palabras elegidas por mi para la realización del relato son las siguientes;
Una noche el anciano que estaba confundido sintió las primeras notas creadoras de la cosecha. Imaginó la esclusa y con ellas unificó el tiempo, para luego omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Buenos días, a partir de la actividad "subraye las palabras adecuadas" de Luis Britto García he elaborado este breve relato:
Una tarde el anciano que estaba prófugo sintió las primeras denotaciones seguidoras de la helada. Miró la jarra y con ella roció al gato para después con el pie encresparlo en la tumba, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Recordó la jarra y la aceitera y con ellas pulverizó el banco y el roble, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas precursoras de la vacación. Imaginó la máscara y con ella unificó el tiempo para luego con el codo cribarlos en el volcán y así se volvió tierra.
Una mañana el anciano que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Miró la podadora y con ella atacó el roble, para después con el pie cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días. Mi relato hiperbreve es el siguiente: Una noche el joven prófugo, sintió las primeras sacudidas extinguidoras de la helada. Barnizó la piedra y la jarra y con ellas dispersó el tiempo, para luego, con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras detonaciones de la helada. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para luego con el pie omitirlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenos días, a continuación escribiré mi relato hiperbreve:
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras reminiscencias de la transfiguración. Fundió la máscara y con ella aplastó el reloj, para después con el dedo cribarlo en el arenal, y así se volvió tierra.
Una mañana el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas de la helada inundación. Talló la red y bautizó el patíbulo, para nunca omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde, el anciano que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas de la helada. Rajó la reja y aplastó el roble, para después con el codo podarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
En mi pequeño relato coloqué una palabra equivocada... En lugar de "torno" iría "velamen". Por lo que el resultado final sería:
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas creadoras de la inundación. Volteó la red, la máscara y con ellas pulverizó el velamen, el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el aliento, y así se volvió tierra.
Buenos días, este es el resultado de mi relato hiperbreve:
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Barnizó la jarra y con ella bautizó el roble, para luego con el pie podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, adjunto mi relato creado a partir del texto "Subraye las palabras adecuadas" de Luis Britto García:
Una tarde el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas creadoras de la acción. Talló la piedra y con ella aplastó el caracol, para luego con el pie omitirlo en el bosque, y así se volvió tierra.
La re-versión hiperbreve que he realizado del relato es la siguiente:
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Talló la jarra y con ella bautizó el roble, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, a continuación se añade el relato hiperbreve realizado en clase.
Una noche, el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas formadoras de la inundación. Recordó la red y la ganzúa y con ellas dispersó el velamen para ahora, con el dedo, omitirlos en el río. Y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí está mi relato realizado en el aula.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas creadoras de la helada inundación, talló la máscara y con ella lustró el labio, para luego con el dedo cribarlos en el mundo, y así se volvió tierra.
A continuación muestro mi re-versión hiperbreve del texto 'Subraye las palabras adecuadas' de Luis Britto Garcia:
Una mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras notas precursoras de la acción. Oyó la reja y con ella aplastó el gato, para luego con el pie encresparlo en el arenal, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Miró la piedra y con ella atacó el reloj, para luego con el pie omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Una mañana, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras detonaciones precursoras de la helada de la cosecha. Talló y anudó la espita a la jarra y con ellas repartió el vino en el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en la tumba, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Anudó la piedra y la ganzúa y con ellas aplastó el reloj, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y la jarra y con ellas creó el banco y el remo, para luego con el pie omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la espita y con ellas consagró el tiempo, para después podarlo en el aliento, y así se volvió tierra.
Una tarde, el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imagino la ampolla y con ella pulverizo el cinturón, para después, con el dedo omitirlo en el volcán, y así se volvió tierra.
Una noche, el joven que estaba enamorado sintió las primeras reminiscencias formadoras de la transfiguración. Miró la piedra y con ella aplastó el caracol, para después, con el pie cribarlo en la cueva, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella aplastó el reloj, para luego con el dedo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenas tardes, mi versión del cuento es la siguiente:
Una noche, el anciano que estaba moribundo, sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Anudó la piedra y la red y con ellas creó el patíbulo, para luego, con el pie cribarlos en la tumba, y así se volvió tierra.
Una tardes el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para después con el pie omitirlo en la tumba y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para después con el pie omitirlo en la tumba y así se volvió tierra.
Una noche, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Recordó la jarra y la espita y, con ellas, bautizó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el dédalo mundo, y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí les dejo mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Imagino la piedra y la red y con ellas creo el arco, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
un saludo
Mónica
Buenos días, este es mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras detonaciones precursoras de la helada. Talló la piedra y la máscara y con ella aplastó el reloj y el tiempo para luego con el pie omitirlos en el viaje y así se volvió tierra.
Un saludo
Buenos días, aquí les adjunto mi historia sobre el relato de: "Subraye las palabras adecuadas"
ResponderEliminarUna mañana el niño que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la inundación. Rajó la red y la reja y con ellas aplastó al pulpo y al pez, para después con el pie y con el codo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Lionel Ortega Báez
ResponderEliminarUna tarde el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada inundación. El recordó la piedra y con ella atacó el gato, para luego con el pie clavarlo en el río y así se volvió tierra.
Buenos días,
ResponderEliminarMi relato hiperbreve creado partiendo del texto dado por la profesora de Luis Britto García ha sido el siguiente:
Una tarde el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Recordó la jarra y la aceitera y con ellas repartió el vino para después con el pie cribarlos en el rio y así se volvió tierra.
Un saludo,
Ángela.
Buenos días, aquí mi relato:
ResponderEliminarUna mañana, el joven que estaba confundido, sintió las primeras pinzadas formadoras de la acción. Pulió la aguja y con ella creó el cinturón, para luego con el dedo cribarlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna tarde, el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Miró la jarra y con ella roció el roble, para después con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, a continuación comparto mi relato:
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas precursoras de la transfiguración. Volteó la jarra y la aceitera y con ellas roció el roble para luego con el pie fecundarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Saludos.
Buenos días, aquí está mi relato.
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Recordó la mirilla y la máscara y con ellas creó el tiempo y el labio, para nunca con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde el anciano que estaba moribundo sintió las primeras denotaciones creadoras de la helada. Pulió la piedra y la mirilla y con ellas creó el remo y el reloj para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenos días, alojo a continuación mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la piedra y con ellas atacó el reloj, para luego con el pie omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, de las palabras subrayadas he recopilado el siguiente relato:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas creadoras de la inundación. Volteó la red, la máscara y con ellas pulverizó el tiempo, el torno, para luego con el dedo omitirlos en el aliento, y así se volvió tierra.
Saludos,
Ana García.
Buenos días:
ResponderEliminarMi relato es el siguiente:
Una tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la máscara y con ella creó el tiempo, para después con el dedo fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días:
ResponderEliminarMi versión del relato es el siguiente:
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias precursoras de la inundación. Recordó la jarra y con ella consagró el vino para después con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Saludos.
Buenos días,
ResponderEliminareste es mi relato de la actividad "Subraye las palabras adecuadas".
Una mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella pulverizó el reloj para luego con el dedo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Buenos días, aquí alojo mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras punzadas precursosar de la helada. Recordó la reja y con ella aplastó el fusil, para luego con el pie omitirlo en la cueva, y así se volvió tierra.
Buenos día, este es mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas seguidoras de la inundación. Volteó la reja y con ellas atacó el banco, para luego con el pie cribarlos en el viaje, y así se volvió tierra.
Una mañana, el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la inundación. Miró la antena y con ella dispersó el tiempo, para después con el codo cribarlos en el mundo, y así se volvió ala tierra.
ResponderEliminarBuenos días,
ResponderEliminaradjunto mi historia de la actividad "subraye las palabras adecuadas".
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Anudó la red y la aguja y con ellas consagró el patíbulo, para luego con el dedo cribarlos en el ventisquero, y así se volvió tierra.
Saludos cordiales, aquí mi aportación:
ResponderEliminarUna noche, el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas multiplicadoras de la inundación. Rajó la red y con ellas atacó el submarino , para luego con el dedo cribarlos en el ventisquero, y así se volvió tierra.
Buenos días, mi relato hiperbreve es el siguiente:
ResponderEliminarUna mañana, el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Miró la aguja y con ella atacó al caracol para luego con el dedo cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Una noche el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Oyó la aguja en el labio, para luego en el bosque manto flor, se volvió tierra.
ResponderEliminarBuenos días, este es mi mini-relato:
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Rajó la piedra y la reja y con ellas creó el banco y el remo, para luego con el pie omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Saludos,
Mª Ivonne Brito Gómez.
Buenos días, las palabras elegidas por mi para la realización del relato son las siguientes;
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba confundido sintió las primeras notas creadoras de la cosecha. Imaginó la esclusa y con ellas unificó el tiempo, para luego omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Buenos días, a partir de la actividad "subraye las palabras adecuadas" de Luis Britto García he elaborado este breve relato:
ResponderEliminarUna tarde el anciano que estaba prófugo sintió las primeras denotaciones seguidoras de la helada. Miró la jarra y con ella roció al gato para después con el pie encresparlo en la tumba, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Recordó la jarra y la aceitera y con ellas pulverizó el banco y el roble, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarBuenos días, este es mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas precursoras de la vacación. Imaginó la máscara y con ella unificó el tiempo para luego con el codo cribarlos en el volcán y así se volvió tierra.
No tiene mucho sentido pero espero que les guste.
Buenos días, este es mi relato:
ResponderEliminarUna mañana el anciano que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la inundación. Miró la podadora y con ella atacó el roble, para después con el pie cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días.
ResponderEliminarMi relato hiperbreve es el siguiente:
Una noche el joven prófugo, sintió las primeras sacudidas extinguidoras de la helada. Barnizó la piedra y la jarra y con ellas dispersó el tiempo, para luego, con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí les dejo mi "relatito":
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras detonaciones de la helada. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para luego con el pie omitirlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenos días, a continuación escribiré mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras reminiscencias de la transfiguración. Fundió la máscara y con ella aplastó el reloj, para después con el dedo cribarlo en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenos días, este es mi relato:
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas de la helada inundación. Talló la red y bautizó el patíbulo, para nunca omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Buenos días:
ResponderEliminarUna tarde, el anciano que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas de la helada. Rajó la reja y aplastó el roble, para después con el codo podarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Hola de nuevo,
ResponderEliminarEn mi pequeño relato coloqué una palabra equivocada... En lugar de "torno" iría "velamen". Por lo que el resultado final sería:
Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas creadoras de la inundación. Volteó la red, la máscara y con ellas pulverizó el velamen, el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el aliento, y así se volvió tierra.
Saludos,
Ana García.
Buenos días, este es el resultado de mi relato hiperbreve:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Barnizó la jarra y con ella bautizó el roble, para luego con el pie podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Buenos días, adjunto mi relato creado a partir del texto "Subraye las palabras adecuadas" de Luis Britto García:
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas creadoras de la acción. Talló la piedra y con ella aplastó el caracol, para luego con el pie omitirlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Un saludo,
Patricia.
Buenos días.
ResponderEliminarLa re-versión hiperbreve que he realizado del relato es la siguiente:
Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Talló la jarra y con ella bautizó el roble, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Un saludo,
Ainhoa.
Buenos días, a continuación se añade el relato hiperbreve realizado en clase.
ResponderEliminarUna noche, el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas formadoras de la inundación. Recordó la red y la ganzúa y con ellas dispersó el velamen para ahora, con el dedo, omitirlos en el río. Y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí está mi relato realizado en el aula.
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas creadoras de la helada inundación, talló la máscara y con ella lustró el labio, para luego con el dedo cribarlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Buenos días,
ResponderEliminarA continuación muestro mi re-versión hiperbreve del texto 'Subraye las palabras adecuadas' de Luis Britto Garcia:
Una mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras notas precursoras de la acción. Oyó la reja y con ella aplastó el gato, para luego con el pie encresparlo en el arenal, y así se volvió tierra.
Un saludo,
Inés.
Buenos días,
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Miró la piedra y con ella atacó el reloj, para luego con el pie omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Un saludo,
Rosario Cruz.
Buenos días:
ResponderEliminarLes comparto aquí mi relato hiperbreve :
Una mañana, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras detonaciones precursoras de la helada de la cosecha. Talló y anudó la espita a la jarra y con ellas repartió el vino en el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en la tumba, y así se volvió tierra.
Saludos,
Sara
Buenos días,
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Anudó la piedra y la ganzúa y con ellas aplastó el reloj, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Buenos días, aquí adjunto mi pequeño relato:
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y la jarra y con ellas creó el banco y el remo, para luego con el pie omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Un saludo.
Mahelet Suárez Hernández.
Buenas tardes;
ResponderEliminarUna tarde, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la espita y con ellas consagró el tiempo, para después podarlo en el aliento, y así se volvió tierra.
buenas tardes:
ResponderEliminarUna tarde, el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imagino la ampolla y con ella pulverizo el cinturón, para después, con el dedo omitirlo en el volcán, y así se volvió tierra.
Una noche, el joven que estaba enamorado sintió las primeras reminiscencias formadoras de la transfiguración. Miró la piedra y con ella aplastó el caracol, para después, con el pie cribarlo en la cueva, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarBuenas partes:
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella aplastó el reloj, para luego con el dedo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenas tardes, mi versión del cuento es la siguiente:
ResponderEliminarUna noche, el anciano que estaba moribundo, sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Anudó la piedra y la red y con ellas creó el patíbulo, para luego, con el pie cribarlos en la tumba, y así se volvió tierra.
Buenas tardes:
ResponderEliminarUna tardes el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para después con el pie omitirlo en la tumba y así se volvió tierra.
Buenas tardes:
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas creadoras de la acción. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para después con el pie omitirlo en la tumba y así se volvió tierra.
Una noche, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Recordó la jarra y la espita y, con ellas, bautizó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el dédalo mundo, y así se volvió tierra.
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