![]() |
Fuente de esta dinámica |
Selecciona los elementos narrativos que desees (contexto, personaje, calificativos...) pero respeta la frase final o de cierre de este microrrelato. De tu elección dependerá el resultado: una historia medianamente coherente o un "sinsentido" literario absoluto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras detonaciones de la cosecha. Fundió la falleba y con ella creó el arco, para luego con el dedo cribarlos en el río, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarHe optado por el sin sentido.
EliminarUna noche, el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas seguidoras de la inundación. Anudó la aguja, y con ella atacó al gato para después con el pie, encresparlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la aguja y con ellas el reloj, para después con el pie en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la aguja y con ellas el reloj, para después con el pie en tumba, y así se volvió tierra.
EliminarBuenos días a todos, mi microrrelato es el siguiente:
ResponderEliminarUna noche el niño estaba enamorado, sintió punzadas precursoras de la acción. Pulió la reja y con ella creó el arco, para luego con el codo cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba prófugo sintió las primeras detonaciones de la cosecha. Rajó la falleba y con ella aplastó el reloj, para luego con el pie omitirlos en la cueva, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarBuenos días a todos, mi microrrelato es el siguiente:
ResponderEliminarUna noche el niño estaba enamorado, sintió punzadas precursoras de la acción. Pulió la reja y con ella creó el arco, para luego con el codo cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Una mañana el anciano que estaba confundido sintió las primeras punzadas creadoras de la transfiguración. Imaginó la lezna y con ella creo el roble, para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarAquí les dejo mi relato, saludos.
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras notas precursoras de la helada. Recordó la red, la jarra y con ellas bautizó el submarino, para luego con el dedo omitirlas en el bosque, y así se volvió tierra.
Una tarde el joven que estaba confundido, sintió las primeras reminiscencias precursoras de la acción. Rajó la piedra y con ella aplastó el roble para luego con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna mañana, el niño, confundido, sintió las primeras sacudidas precursoras de la inundación, oyó la reja y con ella consagró el reloj, para siempre, omitir el río-volcán y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella creó el fusil, para luego con el dedo cribarlos en flor, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Volteó la ganzúa y con ella dispersó el torno, para luego cribarlo en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias de la acción. Miró la piedra y con ella atacó el gato, para luego con el pie omitirlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras notas de la helada. Desnudó las piedras y con ellas aplastó el tiempo para después con el dedo podarlo en la luna, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el niño enamorado sintió las punzadas de la helada. Pulió la piedra y con ella lijó el gato, para luego con el dedo encresparlo en la cueva, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el joven confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Miró la aguja y con ella lustró el tiempo, para después con el dedo omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna tarde, el niño joven que estaba enamorado, sintió sus primeras notas sacudidas y pensó, recordó y miró, aquella red que se aplastó y creó en el banco de roble. El bosque, el mundo y su aliento, se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche, el joven que estaba moribundo, sintió las primeras sacudidas de la inundación. Pulió las piedras y con ellas atacó el bote, para después con el pie omitirlo en el río, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna mañana el niño que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la acción.
ResponderEliminarImaginó la aguja y con ella atacó al gato, para siempre con el dedo cribarlo en la cueva, y así se volvió tierra.
Una mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas precursoras de la cosecha. Miró la piedra y con ellas atacó al tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el viaje , y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche, el anciano que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la helada. Pulió la lezna y con ella creo el roble, para luego con el dedo podarlo en el ventisquero, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras notas multiplicadoras de la transfiguración. Volteó la mirilla y con ella erigió el tiempo, para ahora con el pie cribarlos en el viaje, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche, el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas sacudias de la helada. Miró la mirilla y con ella lustró el tiempo para luego con el el dedo cribarlos en el aliento, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la cosecha. Fundió la antena y con ella creó el arco para luego con el dedo cribarlos en el viaje, y asi se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias de la acción. Miró la piedra y con ella atacó el gato, para luego con el pie omitirlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna tarde el joven prófugo sintió las primeras punzadas de la acción. Anudó la red y con ellas consagró el arco, para después con el dedo encresparlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche, el anciano que estaba moribundo sintió las punzadas precursoras de la helada. Recordó la aguja y con ellas consagró el yelmo, para siempre con el pie fecundar en el bosque y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas formadoras de la inundación. Pulió la piedra y con ella pulverizó el tiempo para después con el pie omitirlo en el mundo, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarBuenas noches:
ResponderEliminarA continuación les dejo mi microrrelato:
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias extinguidoras de la cosecha. Miró la aguja, la piedra y con ellas creó el reloj para luego con el dedo fecundarlas en el viaje, y así se volvió tierra.
Buenos días , mi microrrelato es el siguiente:
ResponderEliminarUna mañana, el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas creadoras de la transfiguración. Miró y pulió la piedra y con la aceitera bautizó el bote y el remo, para luego con el dedo cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Una noche el niño que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Pulió la máscara y con ella creó el tiempo, para después con el dedo cribarlo en la luna, y así se volvió tierra
ResponderEliminarUna mañana que el anciano moribundo sintió las primeras punzadas de la acción de la transfiguración, inventó la red y pulverizó el reloj para después con el codo,cribarlos en el mundo,y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna mañana el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas multiplicadoras de la acción. Imaginó la mirilla y con ellas creó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el día, y así se volvió la tierra.
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras notas creadoras de la cosecha. Barnizó la jarra y con ella pulverizó el roble, para después con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas seguidoras de la transfiguración. Recordó la máscara y con ellas consagró el fusil para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.
ResponderEliminarUna tarde el joven que estaba enamorado confundido sintió las primeras sacudidas multiplicadoras de la helada. Imaginó la aguja, la máscara y con ellas bautizó el tiempo, para luego con el dedo omitirlo en la luna, y así se volvió a la tierra.
ResponderEliminar